¿Cómo lleváis esos textos de la antología de ciencia ficción? Ya he empezado a recibir algunos textos expositivos interesantes y sé que otros estáis escribiendo microrrelatos. Para daros ánimos, como inspiración y modelo, nuestro profesor de Física y Química Miguel Hernández ha escrito su propia narración. Todo un ejemplo de la ficción más rigurosa científicamente, que sirve además para tratar una de las grandes búsquedas actuales y para plantear un tema esencial de este subgénero literario.
L.U.C.A.
El
mensaje recibido fue conciso: “L.U.C.A.
found”.
La sonda espacial Cassini-Huygens II emitió la señal desde el
satélite Encélado, el sexto satélite más grande de Saturno. La
lejana misión llevada a cabo en el año 2017 por la sonda Cassini
abrió nuevas vías de investigación con el envío de fotografías
de alta resolución de la superficie del satélite con nombre
mitológico. Demostraron, sin lugar a la duda, una sorprendente
actividad geológica: penachos de agua congelada procedentes de
géiseres en el polo sur. La evidencia permitía establecer una
verdad inamovible: que existía una fuente de energía interna en
Encélado, origen de la emisión de vapor de agua y sustancias
volátiles al exterior. Aquel primer viaje de casi siete años hasta
llegar a Saturno animó a la comunidad científica: era necesario
enviar una nueva misión a ese satélite con el objetivo de recoger
muestras del subsuelo.
Y
volvimos. La nueva misión espacial incorporó los más recientes
avances en detección de actividad biológica mediante sistemas
controlados por inteligencia artificial. Una nave capaz de aprender
de sí misma mediante algoritmos optimizados en la toma de
decisiones. La Cassini-Huygens II expulsaría un pequeño módulo
espacial que aterrizaría sobre la superficie helada del satélite, y
excavaría hasta llegar al océano interior de agua líquida para
recoger muestras y estudiar las distintas variables fisicoquímicas.
Era
conocido que células primitivas, con su material genético disperso
en el citoplasma, fagocitaron arqueobacterias y los procesos
evolutivos acabaron originando primitivas células con un orgánulo
singular: el núcleo, capaz de enviar información y organizar
funciones internas para relacionarse, nutrirse y reproducirse. Un
sistema autoorganizado en un Universo lanzado a un aumento de
entropía. El azar y la necesaria adaptación al medio separaría a
todos los seres vivos en cinco reinos, ramas cuyas bifurcaciones
explicaban la generación de cada uno de ellos. Pero, ¿cuál era el
origen de todos?
El
módulo aterrizó suavemente sobre la superficie de Encélado,
desplegando el sistema hidráulico de aterrizaje. Estabilizado en la
superficie, y previa comprobación de todos los sistemas, se abrieron
dos compuertas laterales de la que surgieron miles de nanorobots
similares a insectos. Se dirigieron hacia la boca del géiser y
recorrieron la chimenea hasta llegar al océano subterráneo.
Cada
robot recogió muestras del agua subterránea a distintas
profundidades. Acabada la misión volvieron al vientre del módulo
espacial, se ensamblaron formando una macroestructura, y un sistema
rotatorio con succionadores automáticos inició el análisis de las
muestras.
Los
primeros resultados no tardaron en llegar: se detectó la molécula
de ácido cianhídrico, una molécula con un átomo de carbono, otro
de hidrógeno y otro de nitrógeno. Una molécula muy abundante en el
experimento de Miller y Urey.
“Muestra
número 11235-8. Sistema central ordenando repetir análisis en la
muestra”.
El ordenador principal avisó: ha aparecido una molécula capaz de
hacer copias de sí misma. Last
Ultimate
Common
Ancestor,
found.
El
último ancestro común universal, el origen de la vida en la Tierra,
ha sido encontrado.
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Miguel
Hernández Portillo
Profesor
de Física y Química
IES
Sierra Bermeja (Málaga)